Las acelgas son un vegetal muy poco apreciado, por lo general se lo suele considerar soso y sin sabor, catalogándola como poca cosa y dejándola fuera del menú excepto en dietas. El potencial de este vegetal es ignorado a la sombra de otros como la espinaca, sin pararse a indagar en la manera de prepararla y aprovechar cada uno de los beneficios que ofrece.
Las acelgas son baratas y puedes encontrarlas en cualquier parte, por esta misma razón no puedes decir que no a la oportunidad de experimentar con ellas en la cocina y darle una oportunidad a este vegetal tan despreciado. A continuación, podrás conocer más sobre la acelga y las mejores maneras de prepararla, limpiarla y recetas donde impacta a cualquier persona.
Resumen:
Tipos de acelga y sus beneficios
Se pueden encontrar dos variedades de acelga, las que varían entre los tonos blancos y verdes, y las que van desde los amarillos y naranjas hasta los rojizos y morados. Ambos tipos son exactamente iguales con solo ligeras diferencias, además de su coloración. La mayor diferencia entre ambos son sus compuestos antioxidantes, que en el caso del segundo tipo es el mismo que puede encontrarse en la remolacha y que permite que su color pueda diluirse en agua.
Destaca que el sabor de las acelgas moradas es bastante más suave a la hora de utilizarlas en la cocina.
Como la mayoría de vegetales, las acelgas tienen un contenido graso muy bajo, además de contar con buenas reservas de zinc, tiamina y folatos, y ser muy ricas en fibra, vitamina A, C, E, K, B6, riboflavina, magnesio, fósforo, potasio, hierro, calcio, manganeso y cobre.
Si bien, las acelgas también cuentan con dos inconvenientes, el primero es que poseen una concentración alta de sodio, razón por la que no debe agregársele sal excesiva al cocinarla; también poseen un compuesto llamado oxolato, que causa que las reservas de calcio de la acelga no puedan ser absorbidas por nuestro cuerpo, por esto no es una fuente tan buena de calcio a pesar de tener concentraciones muy altas.
Elegir y limpiar acelgas para cocinar
A la hora de comprar acelgas debes basarte en ciertos criterios para escoger las mejores; primeramente debes considerar aquellas que luzcan más frescas, que su color sea verde brillante y sin manchas de color negro, con una consistencia más o menos firme y que no desprendan un olor fuerte. Si piensas guardarlas, estas durarán unos 3 o 4 días luego de comprarlas, por lo que usarlas lo más pronto posible es lo recomendable.
Puedes conservarlas más al congelarlas; para esto debes separar las hojas y el tallo, primero debes sumergirlos en agua hirviendo durante un minuto y dos minutos para las hojas y tallos respectivamente; luego, únicamente debes colocarlos en bolsas para congelarlos. Cabe resaltar que cuando se congelen las hojas se romperán y podrían volverse blandas unas vez que se saquen.
Para su limpieza, simplemente hace falta lavar con abundante agua fría hasta eliminar impurezas y otros residuos que puedan presentar.
Preparación de las acelgas
Preparar las acelgas es necesario para utilizarlas en cualquier platillo; el primer paso para la preparación es separar el tallo en partes. En un principio debes prestar atención a la aparición de hebras en estos tallos, ya que deberás eliminarlas. Empezarás cortando el extremo del tallo (Que suele ser duro y por tanto, imposible de comer) para ir retirando las hebras, esto debe hacerse igual que si deshilaras una costura ayudándote del cuchillo.
Cuando termines de quitar las hebras será mucho más fácil cocinar las celdas y que estas puedan ablandarse. Las acelgas más tiernas suelen tener tallos menos fibrosos, por lo que no siempre resulta necesario que sean retiradas estas partes en ellas.
¿Cómo cocinar las acelgas correctamente?
Para cocinar las acelgas simplemente es necesario seguir los pasos nombrados con anterioridad; una vez que se cumpla con esto, se puede proceder a realizar un platillo; a continuación, podrás ver los métodos para cocinar este vegetal.
Métodos de cocción para las acelgas
Existen dos opciones a la hora de incluir las acelgas en tus platillos y aprovechar los beneficios de este increíble vegetal; las alternativas son:
Crudas
Las acelgas pueden, al igual que las espinacas, comerse crudas. Para esto puedes añadirlas en ensaladas frescas, combinan perfectamente con cualquier aliño, además de disminuir la necesidad de sal al poseer grandes cantidades de sodio por sí mismas.
Las hojas de acelga también pueden añadirse en pates y salsas que no requieren de una cocción para su preparación.
Algunas opciones para comer crudas las acelgas son una ensalada de acelga con pasas y tahini o un hummus.
Hervidas
No es el tipo de cocción más recomendado por eliminar mucha de la intensidad del sabor de las acelgas. Al hervirlas se vuelven blandas y el color, así como el sabor, se diluyen, pero igualmente puede que este método sea tu preferido por lo que debes tener ciertas cosas en mente.
Las acelgas deben prepararse siguiendo con los consejos anteriores y sus hojas deben separarse. La olla donde serán hervidas debe estar llena de abundante agua y los tallos deben añadirse primero que las hojas a la olla, la cual no debe taparse.
No deben hervirse más de dos minutos para que las hojas no se rompan; luego solo restaría servirlas, escurriéndolas a conciencia. Esta preparación de acelgas es ideal como acompañamiento de otros platillos.
Cremas y sopas
En las cremas y sopas puede aprovecharse excelentemente el sabor de las acelgas. En el caso de la sopa lo recomendable es colocar las acelgas en el caldo cuando esté pronto a estar listo, para aprovechar la intensidad del sabor sin arruinar la consistencia y firmeza de las hojas de acelga.
Por otro lado, en las cremas se recomiendan las acelgas de bote, que se venden previamente cocidas pero con su característico sabor presente. Estas pueden colocarse ya sea a la mitad de la preparación o cerca del final.
Algunas recetas que pueden realizarse con acelgas en cremas y sopas son:
- Sopa de acelgas y espinacas con jengibre.
- Crema de acelgas.
- Sopa de papas y acelgas.
- Crema verde.
Las acelgas son un excelente vegetal que cuenta con grandes aportaciones a la hora de consumirlo, es muy versátil y su sabor es bastante distintivo, por lo que puede adaptarse a tu gusto sin problemas. Añadir las acelgas a tu menú es una gran opción para ampliar tus recetas del día a día.