Los platos típicos de España son tan variados como su riqueza histórica y cultural. Al igual que los platos típicos de México, o los platos típicos de Colombia. En la gastronomía española encontramos ingredientes de todo tipo.
Características de los platos típicos de España
En la gastronomía española los platos típicos reflejan la diversidad regional del país. Se trata de una cocina de origen, de estilo rural y costero, en la que se representa la multiculturalidad, los climas y los paisajes.
Por ello es que prácticamente todos los platos populares de España están fuertemente influenciados por los pueblos que ha conquistado y colonizado. Pero también tiene influencias de los pueblos que han conquistado sus territorios.
En cuanto a ingredientes sucede algo muy curioso. En España es común que se le dé más importancia a un determinado ingrediente que al plato en si. Por ejemplo, a menudo se destaca el jamón de una determinada región, o el garbanzo de cierta provincia.
Las frutas y verduras por lo general son ingredientes principales en las comidas típicas de España. Las lentejas, judías y los garbanzos, se utilizan en una gama amplia de potajes y cocidos.
Algo similar sucede con los pescados y mariscos, que son abundantes y con gran popularidad. Las carnes, embutidos y caza no pueden faltar, siendo la carne de cerdo la más consumida en España.
7 Platos típicos de España que debes probar
Ahora ya tienes una idea de las características de la gastronomía española. Te brinda una gama amplia de deliciosos platos elaborados a base de ingredientes frescos y coloridos.
Así que ahora te invitamos a descubrir los platos típicos de España más populares en el mundo.
El Gazpacho
El Gazpacho es uno de los platos tradicionales de España y uno de los más conocidos. Se trata de una sopa fría elaborada con ingredientes como tomates, hortalizas, vinagre, agua, aceite de oliva, pimientos, ajos y cebollas.
Dependiendo de la región, existen variantes del gazpacho que son igualmente deliciosas. De hecho, uno de los platos típicos de cuenca es precisamente el gazpacho pastor, aunque en este caso se agrega una variedad amplia de carnes.
El gazpacho en España generalmente se sirve fresco durante los meses más cálidos del verano. Su color puede ser anaranjado o rojo intenso, según la cantidad de tomates que se agreguen.
El Pisto
Conocido también como pisto manchego, es otro de los platos populares de España que tienes que probar. A menudo se elabora a base de una fritada de diferentes verduras como calabacines, pimientos, ajo, cebollas y tomates.
Al igual que el gazpacho, el pisto se puede elaborar de diferentes maneras según la región. Sin embargo, el original pisto manchego se prepara únicamente con pimientos verdes y tomates.
También es común que al pisto se le agregue lomo de cerdo frito y en trocitos.
Tortilla española
Conocida también como tortilla de patatas, es un plato popular de España. Se elabora con huevo batido que se cuaja en aceite y al que se agregan patatas. Los conocedores recomiendan dejar las patatas en el huevo batido por un tiempo.
De esta manera tendrán la consistencia deseada. Al igual que otras comidas típicas españolas, también hay diferentes variedades de la tortilla española. Por ejemplo, en algunas regiones se agrega cebolla, e incluso salsa picante.
También hay lugares donde a la tortilla de patatas se le agrega un poco de leche. Esto para que la tortilla quede más esponjosa. Otra variante lleva chorizo, pimiento rojo y guisantes, además de huevo y patatas.
Pulpo a la gallega
Aunque es un plato típico de Galicia, en realidad su popularidad se ha extendido por toda España. Se elabora con pulpo entero y sin vísceras, el cual a menudo es cocido en ollas de cobre con el objetivo de ablandar la carne.
Es común que el pulpo se congele varios días antes de prepararlo. Incluso en algunas regiones el pulpo es golpeado contra una superficie para ablandar el nervio. Luego de su cocción, el pulpo se corta en rodajas y se le agrega pimentón dulce.
Por lo general se sirve acompañado de patatas cocidas con piel, aunque en otros lugares se se agrega ajo.
Las Gambas al ajillo, uno de los platos típicos de España más populares
Otro de los platos típicos de España son las Gambas al ajillo. Es una comida tradicional de España que se elabora con gambas peladas, aceite de oliva y ajo. En los bares y restaurantes se acostumbra servir como ración.
La preparación de las gambas al ajillo por lo general se realiza en una cazuela de barro. En esta cazuela se agrega aceite de oliva, ajo y perejil. Una vez que esta todo frito, se incorporan las gambas.
En algunas regiones de España se acostumbra incorporar rodajas de guindilla seca para que el plato adquiera un sabor algo más picante. También es común que se agregue vino de jerez. Además deben comerse rápido antes de que se enfríen.
La Paella
La Paella es sin duda uno de los platos típicos de España más famosos en el mundo. Hay que decir sin embargo, que muchos españoles no lo consideran un plato nacional, sino más bien un plato valenciano.
De cualquier manera su popularidad es innegable y se le puede encontrar en prácticamente toda España. Evidentemente el ingrediente principal es el arroz, sin embargo hay otros ingredientes básicos que no pueden faltar.
La paella original, es decir, la paella valenciana, generalmente incluye pollo, conejo, arroz, judías verdes, azafrán, aceite de oliva, sal, tomate, bajoqueta y garrofón. Pero como sucede con otros platos típicos de España, hay diferentes variedades de paella.
En algunas zonas se le agrega ajo, pato, alcachofa, incluso caracoles.
Leche frita
Es uno de los postres típicos de España más populares y deliciosos. Su preparación consiste en una masa que se elabora a base de harina cocida con azúcar y leche. Esta masa se corta en porciones que luego se fríen y se sirven como postre agregando un poco de azúcar y canela en polvo.
Aunque también hay diferentes variantes de este postre. Por lo general requiere la cocción de la leche con la azúcar, una rama de canela y en ocasiones cáscara de limón. Dicha preparación se agrega a un bol donde previamente se ha mezclado harina, azúcar y yema de huevo.
Todo esto se pone a cocer a fuego suave hasta obtener una masa espesa. A continuación se coloca en una fuente con mantequilla y luego se deja reposar. Una vez hecho esto se corta en porciones y se rebozan en harina para después pasarlas por huevo batido y freírlas.
Se sirven espolvoreadas con canela en polvo y azúcar.